Grey Trace (Logan Marshall-Green) no está precisamente entusiasmado con este valiente nuevo mundo, es estrictamente un tipo analógico, que prefiere la tecnología antigua a la nueva. Restaura coches clásicos para coleccionistas ricos, lo que le pone en contacto con Eron Keen (Harrison Gilbertson), un programador informático súper rico que ha hecho una fortuna con sus inventos; un tipo como Steve Jobs. Después de entregar un Mustang restaurado en la casa de Keen, Grey y su esposa Asha (Melanie Vallejo) son secuestrados de camino a casa por una violenta banda liderada por Fisk (Benedict Hardie) y dejados por muertos. Grey sobrevive al ataque, aunque ha dejado un tetrapléjico, así que cuando Keen dice que ha desarrollado un chip llamado STEM que puede ayudarle a caminar de nuevo, supera sus dudas iniciales y acepta el implante necesario. Grey, que ha jurado mantener en secreto STEM, debe mantener la pretensión de estar atado a una silla de ruedas, pero está empeñado en vengar a su esposa muerta, por lo que este subterfugio se hace cada vez más difícil, pero encuentra a un amigo en un lugar inesperado cuando STEM comienza a hablar con él. Muy pronto se da cuenta de que STEM es capaz de mucho más que coordinar su movilidad. Mucho más.
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